domingo, 18 de noviembre de 2007

El hombre condenado por el asesinato de Jill Dando volverá a ser juzgado

REUTERS
LONDRES.- Para los británicos, que sufrieron una conmoción tras el asesinato de la presentadora de la BBC Jill Dando, el 'culpable' estaba encerrado y el caso resuelto, cuando en realidad no era así... La apelación de Barry George, que sufre la cárcel desde 2001, ha surtido efecto y las evidencias que antes lo condenaban han perdido toda su fuerza.
Barry George, hasta ahora responsable del asesinato de la presentadora de televisión británica Jill Dando, será juzgado de nuevo tras salir victorioso en su apelación.
Tres de los jueces más importantes del país han pedido que su condena sea suprimida. Así, dan luz verde al recurso de George, en el que se alegaba que la microscópica partícula de restos de armas de fuego que encontraron en su abrigo no era una evidencia segura.
Lord Phillips, que ostenta el cargo de 'Lord Chief Justice' -la segunda máxima autoridad de los tribunales del Reino Unido-, se ha pronunciado al respecto: es tan probable que esos restos procedan de un arma disparada por Barry George como de cualquier otra persona.
Phillips ha revelado que el Tribunal de Apelación había conluido que, si esto se hubiera comunicado al jurado durate el proceso, no hay ninguna certeza de que hubieran encontrado a George culpable. "Por esta razón su condena debería ser suprimida", ha aseverado.
George, de 47 años, vestía para la ocasión un traje oscuro y una camisa abierta a la altura del cuello cuando ha escuchado al juez. A pesar del viraje que da su caso ha permanecido impasible en el banquillo de los acusados.
Una vez finalizada la sesión, ha sonreído y ha hecho un breve comentario a uno de los guardias de seguridad que lo acompañaban. Por su parte, el abogado de Barry George ha dicho en las inmediaciones del juzgado que su cliente estaba muy satisfecho por la decisión.
El nuevo juicio no tiene aún fecha y George permanecerá en prisión hasta entonces. De hecho, ni siquiera ha solicitado la libertad bajo fianza.
La hermana de George, Michelle Diskin, ve en el fallo judicial un paso importante para el nuevo camino que se abre ante George. "En relidad no nos podemos sentir victoriosos, porque no tenemos a Barry. No tiene su libertad aún y esto ya ha sido una absoluta pesadilla", ha explicado a los medios que se congregaban a la salida del juzgado.
"Todavía imploro a quien tenga información del verdadero asesino, porque Barry sigue encerrado y el asesino anda suelto".
La otra cara del proceso la protagoniza Alan Farthing, que estaba prometido con Jill Dando y ha asegurado sentirse decepcionado por la decisión.
La condena de George, que comenzó en julio de 2001, parecía atrapar al asesino de la presentadora, que, a los 37 años, fue asesinada fuera de su casa en Londres. Ocurría en 1999 y supuso una de las investigaciones policiales más importantes que han tenido lugar en el Reino Unido. Ahora las incógnitas se reabren.

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